· II PERIODO
La literatura para niños ha pasado de ser una gran desconocida en el mundo editorial a acaparar la atención del mundo del libro, donde es enorme su producción, el aumento del número de premios literarios de LIJ y el volumen de beneficios que genera.
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE EL SALVADOR
FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
ASIGNATURA: Desarrollo Curricular de Lenguaje II (sección A)
CATEDRÁTICA: Licda. Ileana M. García de Arriola
ALUMNOS: YANIRA ARACELY SANABRIA
WALTER MANUEL PERAZA
La literatura para niños ha pasado de ser una gran desconocida en el mundo editorial a acaparar la atención del mundo del libro, donde es enorme su producción, el aumento del número de premios literarios de LIJ y el volumen de beneficios que genera.
Llegado el siglo XVII, el panorama comienza a cambiar y son
cada vez más las obras que versan sobre fantasía, siendo un fiel reflejo de los
mitos, leyendas y cuentos, propios de la trasmisión oral, que ha ido
recopilando el saber de la cultura popular mediante la narración de estas, por
parte de las viejas generaciones a las generaciones infantiles.
Además de
escribir estas obras o cuentos, donde destacan autores como :
Charles
Perrault o Madame Leprince de Beaumont, destaca la figura del
fabulista, como Félix María de Samaniegoo Tomás de Iriarte.
En esta
época, además, ocurren dos acontecimientos trascendentes para la que hoy se
conoce como Literatura Infantil, la publicación, por un lado, de Los viajes de Gulliver-Jonathan
Swift- y, por otro, de Robinson Crusoe -Daniel Defoe-, claros
ejemplos de lo que todavía hoy, son dos temas que reúne la LIJ: los
relatos de aventuras y el adentrarse en mundos imaginados, inexplorados y
diferentes.
Una vez llegado el siglo XIX con el movimiento
romántico, arriba el siglo
de oro de la literatura infantil.
Son muchos los autores que
editan sus obras con una extraordinaria aceptación entre el público más joven.
Son los cuentos (Hans Christian Andersen, Condesa de
Ségur,Wilhelm y Jacob Grimm y Oscar Wilde en Europa,
y Saturnino Calleja y Fernán Caballero en España) y
las novelas como Alicia
en el país de las maravillas -Lewis Carroll-, La isla del tesoro -Robert
L. Stevenson-, El libro de
la selva de Rudyard Kipling, Pinoccio -Carlo
Collodi-, las escritas por Julio Verne o Las aventuras de Tom Sawyer entre
otras, las que propiciaron un contexto novedoso para la instauración de un nuevo
género literario destinado al lector más joven en el siglo XX, donde la
ingente producción de LIJ coexiste con las obras del género adulto.
Son muchas las obras de renombre por citar de la LIJ, como es
el caso de Peter Pan, El Principito, El viento en los sauces, Pippi Calzaslargas o la
colección de relatos sobre la familia Mumin;
en todas ellas destaca una nueva visión que ofrecer al pequeño lector, donde,
además de abordar los temas clásicos como las aventuras o el descubrimiento de
nuevos mundos, se tratan la superación de los miedos, la libertad, las
aspiraciones, el mundo de los sueños y los deseos, como actos de rebeldía
frente al mundo adulto.
Esta producción aumenta considerablemente en las décadas de los 70, 80 y 90, con autores como Roald Dahl, Gianni Rodari, Michael Ende, René Goscinny (El pequeño Nicolás), (Christine Nöstlinger, Laura Gallego García o Henriette Bichonnier entre otros. En este siglo XX, además, aparecen nuevos formatos de la LIJ gracias a las técnicas pictóricas y la ilustración de las historias, donde las palabras son acompañadas de imágenes que contextualizan la narración y aportando nexos de unión a la historia, es la aparición del libro-álbum o álbum ilustrado, género en el que destacan autores como Maurice Sendak, Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni, Babette Cole, Ulises Wensell o Fernando Puig Rosado.
Esta producción aumenta considerablemente en las décadas de los 70, 80 y 90, con autores como Roald Dahl, Gianni Rodari, Michael Ende, René Goscinny (El pequeño Nicolás), (Christine Nöstlinger, Laura Gallego García o Henriette Bichonnier entre otros. En este siglo XX, además, aparecen nuevos formatos de la LIJ gracias a las técnicas pictóricas y la ilustración de las historias, donde las palabras son acompañadas de imágenes que contextualizan la narración y aportando nexos de unión a la historia, es la aparición del libro-álbum o álbum ilustrado, género en el que destacan autores como Maurice Sendak, Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni, Babette Cole, Ulises Wensell o Fernando Puig Rosado.
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